NUESTRA HISTORIA

La historia de conservación de la Reserva Altos de Cantillana comienza a finales de los años 90 cuando en el marco de algunos estudios realizados por la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) se levantan diversos antecedentes que revelaban la importancia de conservar este territorio.
Años más tarde el valor ecológico del cordón Cantillana y el interés de diversos actores públicos y privados derivó que en el año 2002 con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) naciera el proyecto “Conservación de la Biodiversidad en los Altos de Cantillana” o también conocido como “GEF Cantillana”. Este proyecto se creó para proteger el área por medio del desarrollo de una innovadora asociación público-privada para la conservación de aproximadamente 205.000 ha de todo el sector, incluyendo parte de los territorios poblados de cinco comunas (Alhué, Isla de Maipo, Melipilla, Paine y San Pedro).
El proyecto GEF Cantillana fue fundamental para articular redes, realizar algunos de los primeros estudios formales del sector y para motivar el espíritu conservacionista de algunos de los propietarios del lugar.
En el año 2008, se crea la Corporación Altos de Cantillana la que da origen a la Reserva Natural Altos de Cantillana, una iniciativa de conservación privada que agrupa a cuatro grandes predios y que protege 12 mil hectáreas de las 205 mil hectáreas que considera Cordón Cantillana.
La Reserva considera terrenos de los fundos La Huachera de Aculeo, Los Hornos de Aculeo, Fundo Rangue y Fundo La Rinconada de Chocalán, identificados como la Zona de Mayor Valor Ecológico en el marco del Proyecto para la Conservación de la Biodiversidad de Altos de Cantillana. La zona incluye los bosques de robles y las comunidades de matorrales subandinos y andinos que se desarrollan en las mayores alturas, mientras que la mayor densidad de bosques y matorrales esclerófilos, se desarrollan bajo la cota 1.000 de las propiedades, las cuales constituyen las áreas de amortiguamiento de la Reserva.
A partir del año 2009, con la Corporación ya en funcionamiento y con la convicción de los propietarios de destinar sus predios a conservación, se comenzaron a realizar los trámites para darle la categoría de Santuario de Naturaleza a algunas áreas de la Reserva, de esta forma el año 2010 se crea dentro de la Reserva el Santuario de la naturaleza Altos de Cantillana, Horcón de Piedra y Roblería Cajón de Lisboa, declarado como tal mediante el decreto supremo nº 517 del año 2010 por parte del Ministerio del Medio Ambiente y protegiendo una superficie total de 2.743 hectáreas.
Este mismo año finaliza el proceso de implementación de la casa Museo de la Reserva Altos de Cantillana, lugar que comienza a funcionar como Recepción de visitantes y centro neurálgico de las operaciones de la Corporación Altos de Cantillana.
Un año más tarde (2011) se crea el Santuario de la Naturaleza Horcón de Piedra mediante el decreto supremo nº28 del Ministerio del Medio Ambiente, cubriendo una superficie de 1.968 hectáreas.
Aunque hacia el año 2011 la Reserva Altos de Cantillana ya poseía una institucionalidad, los primeros años de su funcionamiento fueron complejos, debido a las dificultades de financiamiento y a la falta de un plan de gestión que permitiera cubrir los requerimientos de conservación que tenía el área.
El 2012 resulta un año muy importante para la Reserva, por un lado se comienzan a ejecutar tres Fondos de Protección Ambiental (FPA Laguna-FPA Micorbosques-FPA Carnívoros) vinculados al área y se materializa el primer Plan de Compensación de Emisiones que permite construir un segundo refugio en el sector de Las Canchas. Este mismo año y con el impulso generado por los proyectos anteriormente mencionados, se realiza por primera vez la Feria Ambiental de Aculeo.
Aunque el año 2012 fue un periodo provechoso, una vez que los financiamientos de los proyectos acabaron, la situación de la Reserva fue difícil debido a la falta de financiamiento. Esto conllevó a dejar algunos refugios sin vigilancia y a detener algunas labores de monitoreo. Muchas investigaciones y actividades que se siguieron realizando estuvieron de la mano del trabajo voluntario de investigadores e instituciones que quisieron seguir aportando al proyecto de conservación.
El año 2015 Cordón Cantillana se declara en la Estrategia Regional para la Conservación de la biodiversidad como el sitio prioritario número 1 para la conservación de la biodiversidad en la Región Metropolitana, abarcando cerca de 205.000 hectáreas que incluyen las localidades pobladas de dicho territorio (Laguna de Aculeo, Alhué, San Pedro, etc.).
Este mismo año se comienza a fraguar el primer Plan de Manejo del área y al mismo tiempo se comienza a conformar una Red Regional de Santuarios de la Naturaleza, una instancia de trabajo público-privada, que agrupa a los propietarios de los Santuarios, a la SEREMI de Medio Ambiente de la RMS, al Consejo de Monumentos Nacionales y al Gobierno Regional. Esta iniciativa finalmente se materializó el 16 de enero de 2016, con la firma de un “Protocolo de Acuerdo”, y formalizada mediante la Resolución Exenta 211, Ministerio de Medio Ambiente, de fecha 23 de marzo de 2016”.
El año 2016 a través de diversos proyectos, del ingreso de entradas y de los Planes de Compensación de Emisiones se logra establecer una planta de trabajo estable en la Reserva, lo que permite que en la actualidad se logren materializar todos los programas propuestos para esta área de conservación.